Ribollita toscana, un primer plato de la famosa Toscana
Con el frío que hace estos días he decidido preparar un primer plato de cuchara muy sabroso, una ribollita toscana. Es una receta tradicional de la Toscana y si vas de viaje a Firenze (Florencia) o a sus alrededores sin duda la podrás comer en un restaurante o en una trattoria.
Ribollita quiere decir vuelta a hervir porque es una sopa que se suele preparar de un día para otro ya que es un plato que toma más sabor al día siguiente, incluso hay quien sugiere que es aún más buena cuando ha sido calentada al menos dos veces.
Esta sopa vegetariana de verduras, legumbres y pan, antiguamente se preparaba en ollas de barro y se dejaba cocinar al lado del fuego para que se hiciese a fuego lento. Actualmente pocos tenemos la suerte de tener una chimenea en casa, pero por lo menos las ollas de barro si que podemos utilizarlas sin problemas. Al ser una receta tradicional es difícil establecer una receta única ya que cada familia echaba en la olla lo que tenía en casa, pero era muy común utilizar en la receta el repollo negro. Yo no he conseguido encontrarlo así que lo he sustituido por acelgas, otro ingrediente muy común en muchas recetas tradiciónales.
Creo que la Toscana es la región más conocida de toda Italia en el resto del mundo. Hay que decir que es un lugar precioso donde el arte, los paisajes y las buenas comidas se enlazan entre ellas. Mientras vas organizando tu viaje a lo mejor te convendrá ir preparando la ribollita toscana en tu casa. Verás que es una receta muy fácil, económica y nutritiva.
Si quieres preparar otro plato calentito a base de verduras también te puede gustar la crema de zanahorias y puerros.
Con la ribollita toscana participo en mi primer concurso de cocina
Es la primera vez que me apunto en un concurso de cocina y me ha parecido buena idea participar con esta receta regional de la tradición italiana. El concurso para blog en el que participo está organizado por Hemile Henry y la tienda online de Claudia & Julia.
Si te pones manos a la obra y decides preparar esta receta puedes prepararla en la marmita cerámica de la marmita cerámica de Hemile Henry, estoy segura que así tu receta podrá ser aún más rica.
- Judias blancas 200 g
- Acelgas o repollo negro 1 manojo pequeño
- Col lisa 1/4 de bola
- Col rizada 1/4 de bola
- Patatas medianas 2
- Zanahoria 1 mediana
- Cebolla morada 1 pequeña
- Tomates pera 2
- Pan de hogaza del día anterior
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
- Pon en remojo las judías durante toda una noche.
- Cocina las judías en abundante agua fría y con un poco de sal. Cuando estén listas escúrrelas guardando el agua de cocción.
- Mientras pela las patatas y la zanahoria y córtalas in cubitos. Lava las verduras y córtalas en tiras de unos 2 cm de ancho.
- Corta la cebolla muy fina y fríela en poco aceite. Es mejor si lo haces en una olla de barro, te aconsejo usar la marmita cerámica de Hemile Henry.
- Cuando la cebolla esté dorada y transparente añade las patatas, la zanahoria y las verduras. Añade el agua de cocción de las judías hasta llegar un par de centímetros por debajo de la superficie de las verduras. Salpimienta y cocina unos minutos a fuego alto. En cuanto empiece a hervir baja el fuego y deja cocinar durante 45 minutos. Si es necesario añade más agua.
- Coge dos tercios de las judías y tritúralas con un robot o un pasa pure (en la Thermomix 1 minuto vel. 7).
- Añade la crema de judías a las verduras que llevan cociéndose ya desde hace 45 minutos y cocina otros 30 minutos más.
- Cuando esté listo, añade las judías que quedan al resto de verduras y aparta del fuego.
- Tuesta las rebanadas de pan.
- Puedes servir la sopa en una sopera grande o en los platos individuales. Coloca una rebanada de pan en la base del plato o en la sopera, pon encima un cucharón de verduras, y repite otra vez con pan y verduras.
- Deja reposar un par de minutos y sirve acompañado de un buen aceite de oliva virgen extra.
- Los celiacos pueden tomar este plato con pan sin gluten.