Spaghetti all’assassina, una receta de pasta muy diferente
Que raro suena el nombre de esta pasta, spaghetti all’assassina. Estamos muy cerca de Halloween y me ha parecido un buen momento para hacer esta receta italiana de pasta. Si buscas la traducción en el Google Translate te saldrá espaguetis con salsa asesina y posiblemente sea la mejor forma de traducir el nombre de esta receta porque es la salsa que marca la diferencia. Se llaman «all’ assassina» porque, cuando están hechos como tradición manda, pican que te mueres. Bueno, morir morir no pero se te queda la boca en llamas por lo picante que son. En el sur de Italia nos encanta el picante y a veces nos excedemos un poco.
Esta receta de espaguetis es originaria de la ciudad de Bari, en Apulia (mi región) y en esa zona no hay restaurante que no la prepare. Mi madre nos la preparaba a menudo cuando era pequeña, a mi hermana le gustaba más que a mi porque a ella le flipa lo picante. Luego no se porqué dejó de hacerla, pero esto es algo que puedo solucionar preguntándole. Me he vuelto a recordar de esta receta porque en verano, cuando voy de sagra en sagra con mi hermana (la sagra es una fiesta popular de Italia centrada en un alimento en especial o en tradiciones populares, por ejemplo: sagra de la berenjena, de la ceramica, de la uva…) ella siempre se la pide y yo siempre digo «madre mia que picante que es». Pasa siempre lo mismo, me hace gracia porque se acaba repitiendo siempre la misma escena.
Lo peculiar de esta pasta no se acaba con lo picante que es. Te explico… Para preparar los espaguetis con salsa asesina no tienes que cocinar la pasta en agua, hay que «risottarla» es decir cocinarla como un risotto directamente en la salsa y añadir agua poco a poco. Además hay que darle un toque ligeramente quemado así la pasta queda casi tostada. Si te animas a preparar esta receta estoy segura que le cogerás el punto para que te salga irresistible. Recuerda, tiene que salir: con colores que van desde el rojo intenso, al dorado, al chamuscado, ligeramente crujiente, tostada y chamuscada y que no le falte picante.
Si prefieres recetas de pasta más «normalitas» por así decir prueba mi pasta con pesto de pistachos y ricotta o la pasta con berenjenas.
- 400 g de spaghetti (no vale otro tipo de pasta)
- 800 g de passata de tomate
- 80 ml de aceite v.e.
- 1 o más guindillas
- 1 diente de ajo
- Sal c.b.
- 1 litro de agua
- 50 g de tomate concentrado
- Pon en una sartén (suficientemente grande para que entren los espaguetis sin romper, una paellera vale si no se pega) el aceite, el diente de ajo y la guindilla (solo pongo 1 para que podamos comerla todos, luego cada uno la ajusta el picante a su gusto con mi olio santo). Dora el ajo y retíralo.
- Añade 600 g de passata, remueve y cocina a fuego medio durante 15 minutos.
- Mientras pon a hervir en una olla un litro de agua, el concentrado de tomate y los 200 ml de passata que queda. Mezcla bien. Hay que mantenerla hirviendo a lo largo de toda la receta.
- Cuando la salsa haya quedado ligeramente reducida, añade los espaguetis distribúyelos como puedas para que queden lo meno posible uno encima del otro (mira mi reel de Instagram) y no lo muevas durante 5 minutos. El fuego tiene que estar medio alto (yo a 8 de 10 de mi inducción).
- Dale la vuelta a la pasta y deja sin mover 5 minutos más.
- Ahora empieza a añadir agua, empieza con 2 cucharones, remueve un poco los espaguetis y deja absorber el agua, no remuevas más, no es necesario.
- Cuando el agua se haya absorbido añade un cucharón de agua más, remueve un poco la pasta y luego no remuevas más. Se cocina como un risotto, se añade agua solo cuando la que has añadido antes ha quedado absorbida.
- Sigue añadiendo agua y removiendo lo meno posible hasta que la pasta esté casi al dente. Entonces no añadas más agua y remueve la pasta cada 2-3 minutos para que se vaya tostando.
- Cuando la pasta haya quedado dorada, ligeramente tostada y algo chamuscada estará lista. Sirve y si quieres añade un poquito más de guindilla al gusto.




